Mediante prácticas comunitarias, y en especial en barrios con sectores marginados, hemos observado gran cantidad de basura en la calle y dentro de los patios de las casas; animales sueltos y enfermos; aguas estancadas; niños descalzos jugando con juguetes simbólicos como palos, piedras, ruedas, carros, etc.; viviendas muy precarias construídas sobre la vía o en lugares públicos; cavas populares; calles de tierra en mal estado; anegamiento en días de lluvia. Hemos visto a las personas que viven allí; hemos sacado fotos a escondidas, para no ofender a la gente con un retrato de su miseria; hemos visto sus ojos, el mirar sin mirar de los adultos, y el mirar redondo y atento de los niños, preparados para saltar sobre cualquier cosa que se les ofrezca.
Ellos miraban con esperanza. Miran esperando algo. Nosotros miramos profesionalmente, valoramos a la vez que procesamos la miseria de los otros. Pero es imposible olvidar las miradas de los niños. Podemos pensar en ayudarlos, en darles nuestro abrigo para el frío, o nuestros zapatos; o podemos ayudarlos de raíz. Educarlos.
Tal vez si aprenden a gustar de la vida, a sentirse partícipes y no víctimas; a poner flores y plantas en los patios así la basura quedaría relegada; a que los niños obtengan un compromiso mayor de sus padres para con ellos, la escuela y la salud. La higiene es propia de todos los seres vivos. La aprehendemos, nos la es enseñada desde que tenemos idea de las cosas. Pero no a todos, no todos tienen las mismas oportunidades. Son los excluidos del sistema. Y es generacional.
Cuando la gripe A se declaró una pandemia en el 2009, se dió una gran reacción de la población a profundizar su higiene. Así hubo índices bajos históricos de casi todas las enfermedades transmisibles y de consultas en unidades asistenciales en todo el mundo. Hoy pocos creen que la pandemia era cierta, sin embargo, fue una muestra de que si la población se compromete el nivel de vida sube.
Equipos de Promoción de la Salud serían una óptima elección a la hora de la tarea de educar. La salud educa, previene, promociona, se copia, se aprende, procura el bienestar general; promocionar la salud es hacer algo por nuestra patria, por nuestro mundo. Es actuar por el bien común, si queremos vivir bien.
Ellos miraban con esperanza. Miran esperando algo. Nosotros miramos profesionalmente, valoramos a la vez que procesamos la miseria de los otros. Pero es imposible olvidar las miradas de los niños. Podemos pensar en ayudarlos, en darles nuestro abrigo para el frío, o nuestros zapatos; o podemos ayudarlos de raíz. Educarlos.
Tal vez si aprenden a gustar de la vida, a sentirse partícipes y no víctimas; a poner flores y plantas en los patios así la basura quedaría relegada; a que los niños obtengan un compromiso mayor de sus padres para con ellos, la escuela y la salud. La higiene es propia de todos los seres vivos. La aprehendemos, nos la es enseñada desde que tenemos idea de las cosas. Pero no a todos, no todos tienen las mismas oportunidades. Son los excluidos del sistema. Y es generacional.
Cuando la gripe A se declaró una pandemia en el 2009, se dió una gran reacción de la población a profundizar su higiene. Así hubo índices bajos históricos de casi todas las enfermedades transmisibles y de consultas en unidades asistenciales en todo el mundo. Hoy pocos creen que la pandemia era cierta, sin embargo, fue una muestra de que si la población se compromete el nivel de vida sube.
Equipos de Promoción de la Salud serían una óptima elección a la hora de la tarea de educar. La salud educa, previene, promociona, se copia, se aprende, procura el bienestar general; promocionar la salud es hacer algo por nuestra patria, por nuestro mundo. Es actuar por el bien común, si queremos vivir bien.
EL HOMBRE DE LOS BELLOS OJOS
Cuando éramos chicos había una extraña casa todas las cortinas estaban siempre bajas
Y nunca oíamos voces adentro y el patio estaba lleno de cañas y nos gustaba jugar en las cañas
a que éramos Tarzán (aunque sin ninguna Jane) y había un estanque de peces grande
lleno de los peces más gordos que hubiéramos visto
y eran mansos venían a la superficie del agua y agarraban pedacitos de pan de nuestras manos.
Nuestros padres nos habían dicho: ¨no se acerquen a esa casa¨ así que, por supuesto,
lo hacíamos.
Nos preguntábamos si alguien vivía ahí. Las semanas pasaban y nunca veíamos a nadie.
Pero un día escuchamos una voz desde la casa
¨¡PUTA DE MIERDA!¨
era la voz de un hombre.
Entonces la puerta de la cocina se abrió de golpe y un hombre salió.
Tenía una botella de whisky en la mano derecha y más o menos 30 años.
Un cigarrillo colgaba de su boca y necesitaba afeitarse.
Su pelo estaba salvajemente revuelto y andaba descalzo en camiseta y pantalones.
Pero sus ojos eran brillantes. Encandilaban con su brillo.
Y nos dijo, ¨hey, caballeritos, espero que estén pasando un buen rato¨.
Entonces se rió y volvió a la casa.
Nosotros nos fuimos de vuelta al patio de mis padres
y pensamos sobre eso.
Nuestros padres, decidimos, nos querían alejar de ahí porque no querían que vieramos a un hombre como ése, un hombre fuerte y natural con bellos ojos.
Nuestros padres estaban avergonzados porque ellos no eran como ese hombre, por eso nos querían alejar de allí.
Pero volvimos a aquella casa
y a las cañas
y a los mansos peces.
Volvimos muchas tardes durante muchas semanas pero nunca vimos ni oímos al hombre de nuevo.
Las cortinas estaban bajas como siempre y todo estaba quieto.
Entonces un día mientras volvíamos de la escuela vimos la casa.
Se había incendiado, no quedaba nada, solo unos cimientos negros chamuscados y retorcidos
y fuimos al estanque
y no había agua
y los peces gordos y naranjas estaban muertos ahí, secándose.
Volvimos al patio de mis padres y hablamos sobre eso.
Y decidimos que nuestros padres habían quemado la casa, y habían matado a los peces
porque todo era tan bello, incluso el bosque de cañas habían quemado.
Habían tenido miedo del hombre de los ojos bellos.
Y nosotros tuvimos miedo entonces de que a lo largo de nuestras vidas cosas como ésa sucedieran, que nadie quisiera que otro sea fuerte y bello, que nunca lo permitirían, y que mucha gente tendría que morir.
Charles Bukowski
Observa lo que dice Wikipedia del P.A.E.
Este concepto (clínico) también se aplica en otros contextos, como en la Enfermería comunitaria y la Atención primaria, desarrollándose de acuerdo a su objetivo específico.
AGENDA
LITERARIA PARA PRIMER AÑO
ESTRUCTURA
Y FUNCION DEL CUERPO HUMANO
- “Biología molecular de la célula”, Bruce, A., 3ra. Ed. Ediciones Omega SA. Barcelona, España 1998.
- “Biología”. Curtis, H; Bornes, S. 6ta. Edición. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires, Argentina, 2004.
- “Anatomía Humana”. La Tarjet, M; Ruiz, L. 3ra. Edición. Editorial Medico Panamericana.España. 1999.
- “Anatomía Humana. Descriptiva, Topográfica y Funcional”. Ruoviere, H.; Delmas, A. 11va.edición. Editorial Masson SA. España. 2005.
ATENCION
PRIMARIA DE LA SALUD A.P.S./ ENFERMERIA COMUNITARIA I
- “Medicina en salud Pública”. Dr. V. Mazzafero. Ed. El Ateneo. Bs. As. 1987.
- “Epidemiologia, Higiene y Prevención de las Conductas Auto agresivas en la EdadAdulta”. Ed. Nea Argentina. 1989.
- “Epidemiologia y Atención de la Salud en Argentina”. Limus, J. D. OPS. Pub. 35.
- “Introducción a la Salud Pública”. Dr. A. Lizarraga. Ed. Kohan, Bs. As. 1995.
MICROBIOLOGIA
Y PARASITOLOGIA/ EPIDEMIOLOGIA
- “Microbiología y Parasitología Humana”. Roero Cabello, Raúl. 3ra. ed. Ed. NeoPanamericana.
- “Microbiología y Parasitología Medica”. 2da. ed. Austin, Pumarola, Busquets, Masson,1992.
- Película “Epidemia”.
FISICO-
QUIMICA APLICADA A LA ENFERMERIA
- “Diagnostico clínico y tratamiento”. Schoeder, Kupp. Manuel moderno 1999.
- “Diagnostico y tratamiento de urgencias”. Sauder, Ho. Manual moderno 1997.
- “Tratado de Fisiología medica”. Guyton, May, Mc Graw. Ed. Hill Interamericana. 1999.
INFORMACIÓN
Los invitamos a participar y enviarnos material visual didáctico, textos, casos e información, que ustedes consideren interesantes para su formación académica.
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